sábado, 30 de junio de 2012

EL NUEVO MAS MARCHÓ A PLAZA DE MAYO

 
El Nuevo MAS marchó a Plaza de Mayo por:

► Eliminación inmediata del impuesto al salario

► Que todos los trabajadores cobren las asignaciones familiares

► Aumento de salarios de acuerdo a la canasta familiar

► Efectivización de los trabajadores contratados, tercerizados y en negro

► Basta de judicializar y militarizar los conflictos obreros

► Por un Encuentro Nacional de Delegados de Base

Más allá de la convocatoria limitada de Moyano y la CGT  marchamos a la Plaza de Mayo levantando un programa que contemple los reclamos de la mayoría de la clase obrera. Es decir no solo marchamos por la eliminación del impuesto al salario y por que todos cobren las asignaciones familiares, sino que también marchamos por paritarias sin techo con aumentos de salarios que cubran la canasta familiar, contra la precarización laboral, por la efectivizacion de todos los trabajadores contratados, tercerizados y en negro. Y también marchamos en repudio al gobierno contra su política de judicializar y militarizar los conflictos obreros.

No se le debe tener ni un gramo de confianza ni a Moyano, ni a Micheli porque los dos terminan a la rastra de algún sector patronal. Desde el Nuevo MAS llamamos a los delegados y comisiones internas independientes y combativas a trabajar todos juntos por un Encuentro Nacional de Delegados de Base que en medio del agravamiento de la crisis de la burocracia sindical y de su enfrentamiento con el gobierno, permita que los sectores independientes den un paso adelante hacia la conformación de una nueva dirección para la clase obrera argentina.
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miércoles, 27 de junio de 2012

EL NUEVO MAS CONVOCA A PLAZA DE MAYO ESTE MIÉRCOLES 27


Por aumento de salarios para todos, por la efectivización de los tercerizados, por la derogación del impuesto a las ganancias y el pago de las asignaciones familiares sin tope.

El miércoles 20 el gobierno intentó quebrar el paro de los camioneros militarizando las destilerías, poniendo a manejar los camiones cisterna a gendarmes, todo esto bajo la supuesta aplicación de la ley de abastecimiento.

Repudiamos al gobierno de Cristina por su política de criminalizar y judicializar las luchas obreras y populares. Esta política no es nueva en la Argentina reciente y en el gobierno de Cristina, como lo atestiguan los más de 6.000 procesados por luchar y los asesinatos de Kosteki, Santillán, Carlos Fuentealba y Mariano Ferreyra.

La pelea entre el Gobierno de CFK y Moyano significa la ruptura de la alianza que más ayudó a apagar el incendio pos-argentinazo del 2001. Moyano, con el prestigio de “combativo” que tiene entre algunos sectores de trabajadores, se ocupó de mantener a raya la conflictividad de los ocupados al servicio de la estabilidad capitalista del país. La ruptura con Moyano significa, entonces, una seria crisis política. El gobierno lo acusa ahora de “desestabilizador” y “empleado de Clarín”, cuando hasta ayer era su principal aliado en el movimiento sindical. Cristina intenta así esconder el ajuste inflacionario con el fantasma de la “desestabilización”.

Las razones del enfrentamiento

El gobierno, envalentonado con el 54% de los votos, creyó que había llegado el momento de desplazar al camionero de la cabeza de la CGT y erigirse en el único árbitro de la situación del país. A lo largo de casi toda la última década Moyano exhibió un “poder de fuego” y una autonomía relativa que, si bien les hizo un gran favor a los K negándose a convocar a medida alguna de conjunto, mantuvo siempre una capacidad de negociación y un rechazo al alineamiento incondicional. Esto lo hacía (y lo hace) un factor de poder que el gobierno nunca logró controlar del todo. El intento de desplazarlo de la CGT tiene en gran medida el objetivo de acabar con este elemento fuera de su control, que cada dos por tres amenazaba con desafiarlos.

Pero hay también un elemento vinculado a la situación económica del país. Se han “juntado” una serie de desequilibrios que están afectando los precios, los salarios, el crecimiento económico y también –aunque de manera incipiente– el mayor logro del “modelo”: el nivel de empleo. Es decir, se cierne una amenaza sobre las condiciones de vida de las mayorías. Esta situación tiende a agravarse por la recaída de la economía mundial en la crisis. En su disputa con el gobierno, Moyano se encontró con un “aliado” en gran medida inesperado: el deterioro del “modelo K”.

Así las cosas, mientras arrecian los aumentos de los precios y el gobierno parece nuevamente asumir la necesidad de volver a la carga con la “sintonía fina”, es decir, con el ajuste, Moyano levanta una serie de reivindicaciones que son sentidas entre amplias franjas de los trabajadores y que cuestionan aspectos de ese ajuste.

La justicia de las reivindicaciones

Los reclamos que Moyano ha explicitado son: la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, que alcanza a una proporción cada vez mayor de trabajadores, a quienes se les confisca una parte importante de su salario. Se trata de un impuesto aberrante: las únicas ganancias son las de los empresarios. ¡Sólo ellos deberían tributar. En cambio, son cada vez más los trabajadores que los pagan, porque los aumentos del “mínimo no imponible” van muy por detrás de los aumentos promedios en paritarias. ¡Y este año ni siquiera aumentó! Por eso, hoy una maestra con doble cargo y 15 años de antigüedad pagará el impuesto.

El segundo reclamo es el salario familiar. Hoy tiene un techo a partir del cual no se percibe. El trabajador con un salario de más de 5.200 ya no cobra salario familiar. Es otra medida que penaliza a los trabajadores y reduce de manera indirecta su salario.

En síntesis: los puntos que reclama Moyano son justas reivindicaciones de un sector de trabajadores. Por lo tanto, deben merecer el apoyo crítico de parte de las organizaciones de la izquierda.

Un programa para todos los trabajadores

Este apoyo es crítico por varias razones. En primer lugar, porque Moyano es propatronal; tanto en relación a su propia patronal como a políticos que están a su servicio, llámense Scioli hoy, o Cristina y Rodríguez Saa ayer.

En segundo lugar, Moyano es parte orgánica de la burocracia sindical argentina, que tiene entre sus objetivos cortar de cuajo el surgimiento de la nueva generación obrera que, desde abajo, viene haciendo una experiencia de lucha y organización como hace décadas no se daba en el país. Experiencias como la de algunos ramales ferroviarios, el neumático, el subte, la alimentación, gráficos y los judiciales bonaerenses, entre muchas otras, marcan jalones de este cuestionamiento estratégico al conjunto de la burocracia sindical.

Tercero, porque el programa que levanta es muy limitado, involucra solo a un sector de trabajadores y no al conjunto. Moyano no exige, por ejemplo, aumento de salarios para todos los trabajadores y de acuerdo a la verdadera inflación. Tampoco, trabajo para todos y fin del empleo en negro.

La jornada del miércoles 27 no puede ser una medida aislada, no puede ser un acto para que Moyano salga por TV y termine sin darle continuidad. Se necesita una verdadera huelga general activa y que tome las reivindicaciones del conjunto de los trabajadores y no solo de un sector.

Por un Encuentro Nacional de Delegados de Base

La CTA opositora –que encabeza Pablo Micheli y que esta alineada políticamente con el sojero, ex gobernador de Santa Fe, Hermes Binner– dice que no va a la plaza de Mayo y que hará un acto propio. "Si está la Mesa de Enlace yo no puedo participar", dijo Micheli para justificar su divisionismo. El argumento no puede ser más insólito, cuando el origen de la ruptura de la CTA fue justamente el alineamiento que tuvo Micheli con la Mesa de Enlace (y de Yaski, con el gobierno). La verdadera causa es su pelea de aparato con la CGT moyanista.

Desde la izquierda, hay que dejar de hacer “mini encuentros sindicales” de cada corriente por separado y trabajar para preparar las condiciones para un Encuentro Nacional de Delegados de Base que, en medio del agravamiento de la crisis de la burocracia sindical y de su enfrentamiento con el gobierno, permita que los sectores independientes den un paso adelante hacia la conformación de una nueva dirección para la clase obrera argentina.

• No a la criminalización y judicialización de las luchas obreras


• Por un aumento general de salarios acorde a la canasta familiar


• Por la efectivización de todos los contratados y precarizados


• Por la derogación del impuesto a las ganancias y el pago de las asignaciones familiares a todos los trabajadores
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¡ESTE MIÉRCOLES 27 PARO GENERAL ACTIVO YA!



La "guerra de bolsillo de Cristina y Moyano desata una crisis política

¡Paro general activo ya!- Hace falta un encuentro nacional de delegados de base

Por primera vez desde que está al frente de la CGT, Hugo Moyano quedó cerca de la convocatoria a un paro general. Esto ha ocurrido luego que el gobierno reaccionara al paro de los camioneros del transporte de combustibles, amenazando con aplicar la Ley de Abastecimientos que autorizaría, incluso, a detenerlo. Esta amenaza generó un enfrentamiento que estuvo a centímetros de la represión en la puerta del predio de la destilería de YPF en La Matanza en la noche de este miércoles 20 de junio, al cierre de esta edición.

El solo hecho que Moyano haya quedado tan cerca de una convocatoria a un paro general, habla de la gravedad de los acontecimientos en curso. Es que lo que se está escenificando es la ruptura de una de las alianzas que más tuvieron que ver con la estabilidad social en los últimos años, donde Moyano, con el prestigio de “combativo” que tiene entre determinados sectores de trabajadores, y logrando mayormente beneficios solo para su propio gremio, se ocupó de mantener a raya la conflictividad al servicio de la estabilidad capitalista de un país que emergía del incendio del 2001. De ahí que no tenga en su haber ni una sola medida de paro general como secretario general de la CGT, a diferencia del también burócrata Saúl Ubaldini, que en la década de los 80 le hizo más de diez paros generales a Alfonsín.

La ruptura con Moyano está significando, entonces, una seria crisis política en el seno del oficialismo, el que a estas horas está discutiendo febrilmente como proceder. Ruptura política que tiene todo tipo de condimentos como por ejemplo, que la brecha dentro del oficialismo se amplíe aún más ante declaraciones como las del vicegobernador de la Provincia de Buenos Aires, Mariotto, que involucran a Scioli en una suerte de “complot” con el propio Moyano.

Desde el nuevo MAS nos pronunciamos a favor, aunque críticamente, de las reivindicaciones que está levantando Moyano, más allá que no dejen de ser limitadas a un sector de los trabajadores. Le exigimos que pase de las palabras a los hechos convocando a un paro nacional activo con movilización (un paro de todos los gremios, no solo de los camioneros), al tiempo que planteamos que no se le debe tener ni un gramo de confianza ni a Moyano, ni a Micheli, ni a ningún sector de la burocracia sindical tradicional de nuestro país, y que de lo que se trata es de poner en pie un Encuentro Nacional de Delegados de Base.

El trasfondo de un conflicto

Veamos sucintamente el trasfondo del conflicto entre Moyano y el gobierno. Los elementos que están detrás del mismo son, básicamente, dos. En primer lugar, en realidad, hay una razón que podríamos considerar básicamente política: se trata que el gobierno, envalentonado con el 54% de los votos obtenido en octubre pasado, creyó que había llegado el momento de desplazar al camionero del frente de la CGT y erigirse en único árbitro de la situación del país.

Es que a lo largo de casi toda la última década, y, sobre todo, bajo el kirchnerismo, Moyano siempre exhibió un “poder de fuego” y una autonomía relativa que si bien les hizo un gran favor a los k negándose a convocar a medida alguna de conjunto, mantuvo siempre una capacidad de negociación y un rechazo al alineamiento incondicional que lo hacían –y lo hacen- un factor de poder que el gobierno nunca logró controlar del todo. Su desplazamiento de la CGT, tiene en gran medida el objetivo de acabar con este elemento fuera de su control que cada dos por tres amenaza con desafiarlos.

Pero hay también un segundo elemento, y este tiene que ver con la situación económica (la razón más explicitada por Moyano a estas horas). Es que en su disputa con el gobierno, Moyano se encontró con un “aliado” en gran medida inesperado: el deterioro del “modelo k”. Porque la realidad es que a la situación económica del país se le han ido “apilando” una serie de desequilibrios que están afectando los precios, los salarios, el crecimiento económico y, todavía de manera incipiente pero real, el mayor logro del “modelo”: el nivel de empleo. Es decir, que comienzan a afectar las condiciones de vida de las mayorías, agravado el cuadro de situación, por la recaída en la crisis que se vive en la economía mundial y que ya se comienza a sentir en el país.

Así las cosas, y mientras arrecian los aumentos de los precios y el gobierno parece nuevamente estarse convenciendo de la necesidad de volver a la carga con la “sintonía fina” (frase redundante para no hablar directamente de ajuste), Moyano levanta una serie de reivindicaciones que no dejan de ser populares entre amplias franjas de los trabajadores y que cuestionan aspectos de ese mismo ajuste.

La justicia de las reivindicaciones

La circunstancia es que desde su ruptura con el gobierno, Moyano comenzó a levantar una serie de reivindicaciones que han venido chocando con las intenciones de Cristina de llevar adelante un ajuste en la economía ante los crecientes desequilibrios del “modelo”, ajustes que se vieron postergados en oportunidad de la tragedia del ex ferrocarril Sarmiento a comienzos de marzo pasado.

Tres son los reclamos que Moyano ha explicitado de manera clara y que no dejan de reflejar necesidades de los trabajadores. El primero tiene que ver con la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, impuesto que instaurado bajo Domingo Cavallo, y continuado por Néstor Kirchner, ridículamente está alcanzando una proporción cada vez mayor de trabajadores, a los cuales se les ve confiscada parte importante de su salario. Es que se trata no solamente de un impuesto aberrante (las únicas ganancias existentes y que deberían tributar impositivamente mucho más de lo que lo hacen bajo los k, son las que se embolsan los capitalistas a partir del trabajo no pagado de sus trabajadores), sino que a la vez, al aumentar el mínimo no imponible por detrás del ritmo de la inflación y de los aumentos promedios en paritarias, cada vez afecta a una franja mayor de los trabajadores.

El segundo tiene que ver con el salario familiar. El hecho es que el salario familiar tiene un techo a partir del cual se deja de pagar. Este techo está, en promedio, algo en torno a los 3000$ a partir del cual, si un trabajador aunque tenga hijos gana más, no cobra el salario por los mismos. Es decir, es otra medida que penaliza a los trabajadores que cobran a partir de determinado límite.

En tercer lugar, está la pelea del gremio Camioneros propiamente dicho. Anteriormente, Moyano se había acostumbrado a obtener siempre algún punto más, o algún beneficio bajo la mesa. Esto ocurrió mientras estuvo de parabienes con los k. Pero ahora, no sólo esto se acabó, sino que en la actual paritaria con los empresarios del transporte, estos aparecen como tratando de “penalizarlo” por su alejamiento del gobierno. Esto es así porque la discusión se ha estancado en la oferta del 21% (sin proponer, por lo demás, sumas fijas ni ningún otro beneficio, al menos hasta el momento), mientras gremios k como el de metalúrgicos o, ahora la UOCRA, obtuvieron porcentajes mayores.

En síntesis: los puntos que está reclamando Moyano son justas reivindicaciones de una amplia porción de los trabajadores y, por lo tanto, deben merecer el apoyo crítico de parte de las organizaciones de la izquierda. Apoyo porque, en sustancia, se trata de reivindicaciones sentidas. Crítico porque no se puede olvidar nunca ni por un segundo que Moyano en su calidad de dirigente burocrático al frente de la CGT –en realidad, a lo largo de toda su trayectoria- siempre trabajó por el monopolio de la representación sindical por parte del peronismo y en contra de la democracia de las bases y la independencia política de los trabajadores.

Hace falta un paro activo general ya. Por un Encuentro Nacional de Delegados de Base

Los acontecimientos que se han vivido la noche del miércoles 20 están significando una suerte de crisis política en el gobierno. El ejecutivo quiso escenificar un “endurecimiento” aplicando la Ley de Abastecimiento y, hasta el momento del cierre de esta edición, ese teatro le viene fracasando. Moyano apareció en el programa A Dos Voces de TN saliendo a convocar a un paro general del gremio camionero y una movilización a la Plaza de Mayo de fecha todavía incierta sugiriendo, a la vez, que serían bienvenidos todos los apoyos: en el programa manifestó que le había llegado el de Pablo Micheli de la CTA disidente, o mismo el que se pudo observar en vivo del Pollo Sobrero en La Matanza.

Desde ya que hasta que se reúna la CGT y resuelva pueden pasar muchas cosas. Entre ellas, mucho tendrá que ver con los nuevos pasos que decida el gobierno, el que parece con poco margen para retroceder luego de ensayar un endurecimiento y de que Cristina volviera apresuradamente de su gira internacional dada la crisis desatada. La realidad es que tampoco Moyano tiene mucho margen de maniobras si es que desde el gobierno no se ensaya un cambio de posición, o se le “afloja” algo.

Como señalamos arriba, nuestro apoyo a las medidas que pueda tomar Moyano es un apoyo crítico. Es que Moyano es parte de la burocracia sindical argentina que tiene entre sus objetivos cortar de cuajo la emergencia de la nueva generación obrera que, desde abajo, viene haciendo una experiencia de lucha y organización como hace décadas no se expresaba en el país. Experiencias como la de algunos ramales ferroviarios, el neumático, el subte, la alimentación, gráficos y los judiciales bonaerenses, entre muchas otras, que marcan lo que venimos señalando y plantean un estratégico cuestionamiento al conjunto de la burocracia sindical.

Esta experiencia está en curso, además, en momentos que no sólo la CTA está partida en dos, sino que la propia CGT se encamina al mismo escenario a partir del 12 de Julio, cuando el sector de Moyano realice su Congreso donde será reelecto mientras que el sector afín al gobierno K entronice a Calo del gremio metalúrgico al frente de la otra mitad.

En estas condiciones, nuestra exigencia pasa porque Moyano, desde la CGT, convoque de inmediato a un paro general de todos los gremios, no solo de camioneros, que sea activo, al tiempo que se garantiza que la movilización a la Plaza de Mayo no sea solo de su aparato, sino abierta a todos los que quieran participar.

Al mismo tiempo, desde la izquierda, hay que dejar de hacer “mini encuentros sindicales” de cada corriente por separado y trabajar por preparar las condiciones para un Encuentro Nacional de Delegados de Base que en medio del agravamiento de la crisis de la burocracia sindical y de su enfrentamiento con el gobierno, permita que los sectores independientes den un paso adelante hacia la conformación de una nueva dirección para la clase obrera argentina.
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sábado, 23 de junio de 2012

DECLARACIÓN DE LA CORRIENTE INTERNACIONAL SOCIALISMO O BARBARIE

Repudiamos la destitución golpista de los latifundistas a Lugo y nos solidarizamos con las masas en las calles

No a la represión, castigo a los asesinos de los campesinos

Asamblea Constituyente que barra con todas las podridas instituciones del régimen paraguayo


La salida no es aceptar la falsa "institucionalidad" como hace Lugo sino desarrollar la más amplia movilización.


Hace pocos minutos ha quedado destituido Fernando Lugo en Paraguay. Si bien se trata de una medida "institucional", la destitución no deja de tener un contenido semigolpista. Si por un lado, la destitución es parte de los mecanismos del régimen y asume en reemplazo el vicepresidente Hugo Franco, es evidente el contenido real golpista de lo que esta ocurriendo en Paraguay.

Por su contenido, se trata en el fondo de una revancha de los sectores latifundistas contra los campesinos del hermano país por su resistencia en defensa de la tierra, contra los propietarios y en repudio a la barbarie represiva del estado capitalista paraguayo.

Por otra parte, también rechazamos la actitud de Lugo. Su aceptación de la destitución ha sido sin pena ni gloria, escudándose trás la formalidad del respeto a la "institucionalidad": una institucionalidad que no es otra que la de la "democracia" burguesa paraguaya, podrida hasta su raíces mas intimas, representativa de los latifundistas, la narco-burguesía y el resto de la putrefacta patronal mafiosa del país.

Al mismo tiempo, nos solidarizamos con los explotados y oprimidos del Paraguay, del campesinado y sus trabajadores, que están movilizados en las calles y están siendo brutalmente reprimidos mientras que Lugo se va pacíficamente.

La caída de Lugo es otro ejemplo de cómo el reformismo lleva muchas veces al golpismo. Hay que decir que el vaciado gobierno de Lugo estaba siendo desbordado por izquierda, ante la vacuidad de su gestión, que no fue capaz de cumplir con una sola de sus promesas.

En todo caso, creemos que la salida pasa por la amplia movilización de masas, la defensa de la tierra para los campesinos, de una reforma agraria radical y la imposición de una Asamblea Constituyente que barra con la podridas instituciones de la "democracia" latifundista del país.

Por ultimo, la causa antigolpista del Paraguay debe ser bandera de todos los pueblos latinoamericanos, porque todo golpe o destitución reaccionaria es un antecedente contra los explotados y oprimidos de continente, tal cual ocurrió tres años atrás en Honduras. ¡Esto no debe dejarse pasar! Y por esto mismo, exigimos a los gobiernos de la región la inmediata ruptura de relaciones con el nuevo gobierno semigolpista de Franco.
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LA “GUERRA DE BOLSILLO” DE CRISTINA Y MOYANO DESATA UNA CRISIS POLÍTICA

¡Paro general activo ya!

Hace falta un encuentro nacional de delegados de base

Por primera vez desde que está al frente de la CGT, Hugo Moyano quedó cerca de la convocatoria a un paro general. Esto ha ocurrido luego que el gobierno reaccionara al paro de los camioneros del transporte de combustibles, amenazando con aplicar la Ley de Abastecimientos que autorizaría, incluso, a detenerlo. Esta amenaza generó un enfrentamiento que estuvo a centímetros de la represión en la puerta del predio de la destilería de YPF en La Matanza en la noche de este miércoles 20 de junio, al cierre de esta edición.

El solo hecho que Moyano haya quedado tan cerca de una convocatoria a un paro general, habla de la gravedad de los acontecimientos en curso. Es que lo que se está escenificando es la ruptura de una de las alianzas que más tuvieron que ver con la estabilidad social en los últimos años, donde Moyano, con el prestigio de “combativo” que tiene entre determinados sectores de trabajadores, y logrando mayormente beneficios solo para su propio gremio, se ocupó de mantener a raya la conflictividad al servicio de la estabilidad capitalista de un país que emergía del incendio del 2001. De ahí que no tenga en su haber ni una sola medida de paro general como secretario general de la CGT, a diferencia del también burócrata Saúl Ubaldini, que en la década de los 80 le hizo más de diez paros generales a Alfonsín.

La ruptura con Moyano está significando, entonces, una seria crisis política en el seno del oficialismo, el que a estas horas está discutiendo febrilmente como proceder. Ruptura política que tiene todo tipo de condimentos como por ejemplo, que la brecha dentro del oficialismo se amplíe aún más ante declaraciones como las del vicegobernador de la Provincia de Buenos Aires, Mariotto, que involucran a Scioli en una suerte de “complot” con el propio Moyano.

Desde el nuevo MAS nos pronunciamos a favor, aunque críticamente, de las reivindicaciones que está levantando Moyano, más allá que no dejen de ser limitadas a un sector de los trabajadores. Le exigimos que pase de las palabras a los hechos convocando a un paro nacional activo con movilización (un paro de todos los gremios, no solo de los camioneros), al tiempo que planteamos que no se le debe tener ni un gramo de confianza ni a Moyano, ni a Micheli, ni a ningún sector de la burocracia sindical tradicional de nuestro país, y que de lo que se trata es de poner en pie un Encuentro Nacional de Delegados de Base.

El trasfondo de un conflicto

Veamos sucintamente el trasfondo del conflicto entre Moyano y el gobierno. Los elementos que están detrás del mismo son, básicamente, dos. En primer lugar, en realidad, hay una razón que podríamos considerar básicamente política: se trata que el gobierno, envalentonado con el 54% de los votos obtenido en octubre pasado, creyó que había llegado el momento de desplazar al camionero del frente de la CGT y erigirse en único árbitro de la situación del país.

Es que a lo largo de casi toda la última década, y, sobre todo, bajo el kirchnerismo, Moyano siempre exhibió un “poder de fuego” y una autonomía relativa que si bien les hizo un gran favor a los k negándose a convocar a medida alguna de conjunto, mantuvo siempre una capacidad de negociación y un rechazo al alineamiento incondicional que lo hacían –y lo hacen- un factor de poder que el gobierno nunca logró controlar del todo. Su desplazamiento de la CGT, tiene en gran medida el objetivo de acabar con este elemento fuera de su control que cada dos por tres amenaza con desafiarlos.

Pero hay también un segundo elemento, y este tiene que ver con la situación económica (la razón más explicitada por Moyano a estas horas). Es que en su disputa con el gobierno, Moyano se encontró con un “aliado” en gran medida inesperado: el deterioro del “modelo k”. Porque la realidad es que a la situación económica del país se le han ido “apilando” una serie de desequilibrios que están afectando los precios, los salarios, el crecimiento económico y, todavía de manera incipiente pero real, el mayor logro del “modelo”: el nivel de empleo. Es decir, que comienzan a afectar las condiciones de vida de las mayorías, agravado el cuadro de situación, por la recaída en la crisis que se vive en la economía mundial y que ya se comienza a sentir en el país.

Así las cosas, y mientras arrecian los aumentos de los precios y el gobierno parece nuevamente estarse convenciendo de la necesidad de volver a la carga con la “sintonía fina” (frase redundante para no hablar directamente de ajuste), Moyano levanta una serie de reivindicaciones que no dejan de ser populares entre amplias franjas de los trabajadores y que cuestionan aspectos de ese mismo ajuste.

La justicia de las reivindicaciones

La circunstancia es que desde su ruptura con el gobierno, Moyano comenzó a levantar una serie de reivindicaciones que han venido chocando con las intenciones de Cristina de llevar adelante un ajuste en la economía ante los crecientes desequilibrios del “modelo”, ajustes que se vieron postergados en oportunidad de la tragedia del ex ferrocarril Sarmiento a comienzos de marzo pasado.

Tres son los reclamos que Moyano ha explicitado de manera clara y que no dejan de reflejar necesidades de los trabajadores. El primero tiene que ver con la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, impuesto que instaurado bajo Domingo Cavallo, y continuado por Néstor Kirchner, ridículamente está alcanzando una proporción cada vez mayor de trabajadores, a los cuales se les ve confiscada parte importante de su salario. Es que se trata no solamente de un impuesto aberrante (las únicas ganancias existentes y que deberían tributar impositivamente mucho más de lo que lo hacen bajo los k, son las que se embolsan los capitalistas a partir del trabajo no pagado de sus trabajadores), sino que a la vez, al aumentar el mínimo no imponible por detrás del ritmo de la inflación y de los aumentos promedios en paritarias, cada vez afecta a una franja mayor de los trabajadores.

El segundo tiene que ver con el salario familiar. El hecho es que el salario familiar tiene un techo a partir del cual se deja de pagar. Este techo está, en promedio, algo en torno a los 3000$ a partir del cual, si un trabajador aunque tenga hijos gana más, no cobra el salario por los mismos. Es decir, es otra medida que penaliza a los trabajadores que cobran a partir de determinado límite.

En tercer lugar, está la pelea del gremio Camioneros propiamente dicho. Anteriormente, Moyano se había acostumbrado a obtener siempre algún punto más, o algún beneficio bajo la mesa. Esto ocurrió mientras estuvo de parabienes con los k. Pero ahora, no sólo esto se acabó, sino que en la actual paritaria con los empresarios del transporte, estos aparecen como tratando de “penalizarlo” por su alejamiento del gobierno. Esto es así porque la discusión se ha estancado en la oferta del 21% (sin proponer, por lo demás, sumas fijas ni ningún otro beneficio, al menos hasta el momento), mientras gremios k como el de metalúrgicos o, ahora la UOCRA, obtuvieron porcentajes mayores.

En síntesis: los puntos que está reclamando Moyano son justas reivindicaciones de una amplia porción de los trabajadores y, por lo tanto, deben merecer el apoyo crítico de parte de las organizaciones de la izquierda. Apoyo porque, en sustancia, se trata de reivindicaciones sentidas. Crítico porque no se puede olvidar nunca ni por un segundo que Moyano en su calidad de dirigente burocrático al frente de la CGT –en realidad, a lo largo de toda su trayectoria- siempre trabajó por el monopolio de la representación sindical por parte del peronismo y en contra de la democracia de las bases y la independencia política de los trabajadores.

Hace falta un paro activo general ya. Por un Encuentro Nacional de Delegados de Base

Los acontecimientos que se han vivido la noche del miércoles 20 están significando una suerte de crisis política en el gobierno. El ejecutivo quiso escenificar un “endurecimiento” aplicando la Ley de Abastecimiento y, hasta el momento del cierre de esta edición, ese teatro le viene fracasando. Moyano apareció en el programa A Dos Voces de TN saliendo a convocar a un paro general del gremio camionero y una movilización a la Plaza de Mayo de fecha todavía incierta sugiriendo, a la vez, que serían bienvenidos todos los apoyos: en el programa manifestó que le había llegado el de Pablo Micheli de la CTA disidente, o mismo el que se pudo observar en vivo del Pollo Sobrero en La Matanza.

Desde ya que hasta que se reúna la CGT y resuelva pueden pasar muchas cosas. Entre ellas, mucho tendrá que ver con los nuevos pasos que decida el gobierno, el que parece con poco margen para retroceder luego de ensayar un endurecimiento y de que Cristina volviera apresuradamente de su gira internacional dada la crisis desatada. La realidad es que tampoco Moyano tiene mucho margen de maniobras si es que desde el gobierno no se ensaya un cambio de posición, o se le “afloja” algo.

Como señalamos arriba, nuestro apoyo a las medidas que pueda tomar Moyano es un apoyo crítico. Es que Moyano es parte de la burocracia sindical argentina que tiene entre sus objetivos cortar de cuajo la emergencia de la nueva generación obrera que, desde abajo, viene haciendo una experiencia de lucha y organización como hace décadas no se expresaba en el país. Experiencias como la de algunos ramales ferroviarios, el neumático, el subte, la alimentación, gráficos y los judiciales bonaerenses, entre muchas otras, que marcan lo que venimos señalando y plantean un estratégico cuestionamiento al conjunto de la burocracia sindical.

Esta experiencia está en curso, además, en momentos que no sólo la CTA está partida en dos, sino que la propia CGT se encamina al mismo escenario a partir del 12 de Julio, cuando el sector de Moyano realice su Congreso donde será reelecto mientras que el sector afín al gobierno K entronice a Calo del gremio metalúrgico al frente de la otra mitad.

En estas condiciones, nuestra exigencia pasa porque Moyano, desde la CGT, convoque de inmediato a un paro general de todos los gremios, no solo de camioneros, que sea activo, al tiempo que se garantiza que la movilización a la Plaza de Mayo no sea solo de su aparato, sino abierta a todos los que quieran participar.

Al mismo tiempo, desde la izquierda, hay que dejar de hacer “mini encuentros sindicales” de cada corriente por separado y trabajar por preparar las condiciones para un Encuentro Nacional de Delegados de Base que en medio del agravamiento de la crisis de la burocracia sindical y de su enfrentamiento con el gobierno, permita que los sectores independientes den un paso adelante hacia la conformación de una nueva dirección para la clase obrera argentina.
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EXITOSA PRESENTACIÓN DE LA REVISTA SOCIALISMO O BARBARIE Nº26

Continuando con la presentación de nuestra revista en diferentes ciudades, en Mar del Plata organizamos desde el Nuevo MAS y la Corriente Internacional Socialismo o Barbarie una charla debate a cargo de Roberto Sáenz, con el eje puesto en la crisis capitalista mundial y la ola de rebeliones.

La charla fue un éxito rotundo, por la cantidad de asistentes (arriba de 45), porque vinieron compañeros de diferentes estructuras de trabajadores (docentes, estatales, del puerto y otras), por la gran cantidad de jóvenes que participaron, pero sobre todo por el enorme interés con que se siguió la charla y el posterior debate.

Casi 3 horas de charla donde prácticamente nadie se fue, producto de la importancia que tiene el profundo proceso de crisis capitalista y el interés que despierta en todos el gran proceso de rebeliones a lo largo y a lo ancho del mundo. En esas 3 horas se profundizó sobre los alcances de la crisis económica mundial, que como dijo Roberto Sáenz, no es una crisis cíclica más sino que ya lleva más de 5 largos años, lo que denota su gravedad, y sobre la reacción de las masas obreras y populares, todavía contradictoria e incipiente pero que marca el despertar de la clase trabajadora que se convierte en un actor frente a la crisis. Y tanto fue el interés que despertó la charla y tanta la necesidad de discutir lo que pasa en el mundo, que las preguntas posteriores y el debate se abrieron a temas como la situación de la clase obrera en China, la lucha en Siria, Egipto y el papel de la clase trabajadora allí, el papel de los Indignados, las elecciones en Grecia y muchos otros temas.
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miércoles, 6 de junio de 2012

CHARLA- DEBATE PRESENTACIÓN REVISTA SOCIALISMO O BARBARIE Nº26


"La crisis del capitalismo y la ola de rebeldía mundial"

* Jueves 14 de junio a partir de las 16,30hs

* Sala Pablo Neruda- Universidad Nacional de Mar del Plata- Funes y Roca- entrada por la Facultad de Arquitectura, subsuelo a la derecha

* Expone Roberto Saenz- Dirigente nacional del Nuevo MAS

 Esta edición aparece en un momento especial de la situación económica y política mundial, cuando los grandes cimbronazos que sacuden a las masas en todo el globo, exigen de los revolucionarios hacer un análisis serio y un seguimiento constante que permita descubrir las tendencias profundas del desarrollo de la lucha de clases, encontrando un hilo conductor que les permita a los luchadores anclar la acción política sobre bases firmes.

Ya no hay forma de tapar el sol con una mano: la crisis del capitalismo mundial iniciada en el 2008 no cesa y amenaza con socavar pilares fundamentales sobre los que se asienta el equilibrio imperialista mundial de las últimas décadas. Hoy estamos presenciando la crisis (¿terminal?) del Euro y, con él, del proyecto de la Unión Europea.

Una nueva etapa se ha abierto en Europa, la crisis económica ha pasado al plano de la política y de la acción de las masas. Los planes de ajuste impulsados por el Banco Central Europeo y el FMI comandados por el imperialismo alemán, empiezan a encontrar sus límites en la resistencia activa de las masas trabajadoras. Grecia es hoy el centro de la crisis mundial, su importancia no radica en su peso económico, sino en el ejemplo que irradia la inmensa lucha de los trabajadores contra el ajuste y la política imperial de la troika.

Es que en el reflejo de los trabajadores griegos se empiezan a reconocer las masas de España, Italia, Portugal, Francia. Parafraseando al Manifiesto Comunista, no es antojadizo decir que "un fantasma recorre Europa, el fantasma de la rebelión popular" y, porque no, de la revolución social...

Los desafíos abiertos a las masas populares y a los revolucionarios, exigen prestar la mayor atención al desarrollo de estos acontecimientos. Grandes debates se abren y reaparecen luego de décadas de ostracismo.. Unión Europea, "Europa Social" o Estados Unidos Socialistas de Europa? Capitalismo "social" o socialismo? En definitiva: Reforma o Revolución.

La crisis no da respiro, las salidas dentro de lo existente solo auguran mayores penas y sufrimiento, instituciones "sagradas" como la democracia burguesa empiezan a mostrar sus grietas. como diría Marx "Todo lo sólido se desvanece en el aire, todo lo sagrado es profanado y los hombres, al fin, se ven forzados a considerar serenamente sus condiciones de existencia y sus relaciones recíprocas"

Desde el Nuevo MAS, como es tradición, queremos aportar a este debate y a este aprendizaje de las masas en lucha. Por eso es que queremos invitar a todos los luchadores obreros y estudiantiles a participar de la presentación de nuestra revista en el marco de una Charla y debate el día jueves 14 de Junio a las 16:30 hs en el la sala de conferencias de la Universidad “Pablo Neruda”.
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