martes, 7 de octubre de 2008

BIENVENIDOS A NUESTRO BLOG

En este blog queremos ir reflejando todas las actividades que hacemos como partido, las luchas de los trabajadores de las que somos parte y aquellas donde no estamos pero apoyamos con nuestra solidaridad de clase, todo aquello que los grandes medios masivos no informan o ocultan alevosamente. Este blog está al servicio de eso, de difundir la pelea de nuestra clase por sus reivindicaciones.

Asimismo pretendemos aportar a la formación de una conciencia crítica y a la difusión del marxismo como praxis revolucionaria. Porque ello es lo que somos, trabajadores militantes que peleamos por cambiar esta sociedad de explotación y alienación por otra infinitamente mas fraterna, mas humana, mas solidaria, una sociedad liberada de las cadenas de la opresión, una sociedad socialista.

Y por eso nos pareció lo mas adecuado iniciar este blog con un homenaje sentido a nuestro compañero Ricardo Perrotta, fallecido no hace mucho. Ricardo fue biólogo, trabajador del Inidep donde durante muchos años fue delegado de sus compañeros, fue docente universitario. Pero por sobre todo fue un militante socialista revolucionario profundamente convencido de la necesidad de cambiar este sistema capitalista. Fue un militante que tuvimos la suerte de contar en las filas de nuestro partido.

En homenaje a Ricardo publicamos esta nota aparecida en una revista dias después de su fallecimiento, su última nota, un muy interesante y serio análisis sobre el capitalismo como sistema depredador hasta de la vida. Como seguimos diciendo, compañero Ricardo, ¡¡¡hasta el socialismo siempre!!!.

La pesca y el modelo económico exportador-depredador

¿De qué cambio habla la presidente?

Por Ricardo G. Perrotta Revista De Acá, Año II, N°16, Mar del Plata, abril de 2008

La actual presidenta mencionó en reiteradas ocasiones durante la campaña electoral del 2007, que su futuro gobierno sería la continuación de los cambios que se estaban implementando, y acuñó la frase: "la continuidad del cambio". ¿Ahora bien, a qué cambio se refería?

La economía se basa en la exportación de materias primas sin elaborar, que representan más del 80% del Producto Bruto Interno (PBI); se da todo tipo de facilidades para que esto ocurra, como es el caso de la minería y el petróleo. La exportación de soja hoy constituye una de las bases de nuestra economía, a tal punto que podemos decir que nos hemos convertido en una republiqueta sojera.

En el primer año de gestión del presidente Kirchner el gobierno entregó 198.000.000 de dólares en concepto de comisión al grupo de bancos encargado de mediar entre el Gobierno y los acreedores privados de papeles de la deuda externa, que representó un 0,8% de lo negociado. Mientras que la comisión pagada por Cavallo-De la Rúa a los bancos por el megacanje representaba un 0,5%, es decir, fueron menos de 150.000.000 de dólares. Ese gobierno, fue el gobierno constitucional que más ha pagado en concepto de deuda externa: recordemos, entre otros pagos los 10.000 millones de dólares girados al FMI, suficiente dinero para recuperar la empresa YPF. La concentración del capital es otra de las características del sistema económico.

Las 500 grandes empresas no financieras generan más del 30% del valor agregado de todo el país y venden casi el 80% del total exportado. El segmento extranjero genera cerca del 91% de las utilidades del medio millar de firmas más importantes. Por otra parte, se sigue manteniendo el IVA al 21%, siendo que este impuesto es el más regresivo de todos ya que grava con el mismo importe a un desocupado que a un empresario. En marzo de 2007, el superávit fiscal fue de 1.485 millones de pesos, pero el servicio de la deuda insumió 1.190 millones de pesos, es decir el 80%, por lo tanto quedaron 295 millones. Por otra parte, las provincias siguen deficitarias y deben recurrir al aporte del tesoro nacional y el gobierno subsidia a las empresas de transporte y energía.

El Banco Central sostiene el dólar "alto", mediante frecuentes compras de esta divisa y para evitar un aumento del circulante que genere más inflación (que el gobierno quiere disimular mediante la intervención en el INDEC), se emiten bonos (por un valor hasta el presente de unos 50.000 millones de dólares), con los que se compran los dólares. Estos bonos generan intereses que habrá que pagar en algún momento. La inflación según datos oficiales se ubicó en el 2007 en 8,5%, mientras que los trabajadores del INDEC agrupados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), la sitúan entre el 22,3 y 26,2%, que en el caso de alimentos y bebidas la situación es mucho peor, dado que habrían aumentado entre 36,4 y 38, 4% por ciento.

Es interesante mencionar que los aumentos salariales se fijan en función del índice de inflación, reconocer un valor menor al real, implica favorecer a las empresas que así aumentarían en menos porcentaje los salarios y pone en evidencia el carácter patronal del actual gobierno. La renta actual de los trabajadores en relación al PBI es de un 22%, en la década de los 70 alcanzó el 59%.En Argentina, el 70% de la riqueza se la queda el 12% de la población. Por todo esto, la reunión de la presidente con la CGT a fines de enero de este año, cerró un pacto que impida reclamos de los trabajadores, eventuales protestas y pedidos de suba salariales.

La pesca en Argentina

La Argentina posee una extensa plataforma marítima unos 4.000 km de costa y una de las plataformas más grandes del mundo, abarcando casi 1 millón de km2, con importantes recursos pesqueros, tanto por su valor de mercado como su cantidad. Sin embargo, muchas poblaciones marinas explotadas se hallan actualmente fuera de los límites biológicos aceptables, o bien se capturan en exceso o la pesquería está sostenida fundamentalmente por individuos juveniles.

La situación es especialmente grave en especies demersales, como la merluza común (caída de biomasa, pesca sobre la población de juveniles), la merluza negra (caída de biomasa, pesca dirigida sobre juveniles), que ha llevado a esta pesquería casi a desaparecer y la merluza austral (caída de biomasa).
Otras veces el manejo pesquero es caótico, como en el langostino, que condujo a que más de 100 buques pararan durante gran parte del año 2005 o el calamar que experimentó una brusca caída en las capturas después de la zafra del 2004, aunque tuvo una mejoría en el 2006. De mantenerse las tendencias actuales, muchas de poblaciones disminuirán sus biomasas a valores que harán que su explotación deje de ser económicamente rentables, con los consiguientes problemas ambientales y pérdida de puestos de trabajo, mientras los dueños de los barcos y las fábricas habrán obtenido inmensas ganancias.

A su vez, la capacidad pesquera de la flota supera con creces la necesaria para llevar adelante una pesca de manera sostenible. No obstante, las sucesivas resoluciones de la autoridad nacional que establecen los cupos de captura no son debidamente fundadas, lo que pone en duda su objetividad. Algunos de los principales factores que definen la actual situación del sector pesquero son:

• Sobrepesca, no se administra el esfuerzo pesquero de manera de lograr un equilibrio sostenible entre rendimientos biológicos y extracción cuando se alcanzan los límites de explotación;
• Controles laxos o ausentes.
• Un Estado que favorece grupos económicos muy concentrados.
• Exceso de capacidad de la flota.
• Importantes estructura de extracción y procesamiento industrial [sobrecapitalización]
• Fuerte dependencia del mercado internacional.
• Poca participación del mercado interno en el consumo de productos del mar.
• Cambios estructurales de gran importancia en los últimos 20 años.
• Utilización de artes de pesca no reglamentarios.
• Excesivo descarte, captura de juveniles.
• Bajos salarios, principalmente del personal en tierra.
• Permisos de pesca irrestrictos (son licencias que generan derechos adquiridos, aquel barco que obtiene lícitamente un permiso si no es por causa justificada no se le puede revocar) y acceso a las áreas de pesca abierto.

El caso de la pesquería de merluza (Merluccius hubbsi)

La merluza es un ejemplo típico de destrucción de un recurso mediante una explotación basada en la mera acción extractiva. A principios de la década de los noventa, la merluza se encontraba en el tope de su explotación. No obstante, a partir del año 1996 se otorgaron permisos de pesca indiscriminados y se incorporaron 70 buques factorías-congeladores europeos, con lo que la capacidad de pesca aumentó en un 150%.

Todo esto condujo a que a partir de 1997, fuera imposible para las autoridades, ocultar, negar o minimizar la situación crítica en que se encontraba la pesquería, obligándolos a adoptar algunas medidas para proteger el recurso. Por ejemplo, declarar por parte del Congreso de la Nación en emergencia a la Merluza por un año, el establecimiento frente a las costas patagónicas de Chubut de vedas temporales, con el objeto de proteger a los juveniles y confinar a la flota congeladora al sur del paralelo 48º.

Sin embargo, las empresas operadoras de los buques factorías-congeladores -principalmente de origen español- presentaron medidas cautelares en los juzgados patagónicos de Rawson, Ushuaia y Viedma, obteniendo dictámenes favorables que les permitieron violar legalmente las medidas de protección tomadas. Así a principios de la década de los 90 se capturaban alrededor de 400.000 toneladas mientras que en los últimos años de esa década y principios de la siguiente, la captura se duplicó.

El descarte llegó a más de 200.000 toneladas y lo que queda de este recurso se asienta en ejemplares juveniles, que a partir del año 2002 sostienen la pesquería. En 2004 más del 70% de la mortalidad por pesca se ejercía sobre el grupo de edad 2 (edad de primera madurez alrededor de dos años). Esta situación ubica a la merluza argentina en la peligrosa posición de estar en sobrepesca de reclutamiento, antesala del agotamiento del recurso.

Mientras tanto, continúa el deficiente sistema de controles, que posibilita la captura de juveniles y el ingreso de barcos en las zonas de veda y de deficientes estadísticas pesqueras; a estas irregularidades se suman las resoluciones de la autoridad de aplicación (Subsecretaria de Pesca y Acuicultura de la Nación, SPyA)), sin las debidas fundamentaciones, que determinan los cupos de captura y los mecanismo de transferencias "irregulares" de permisos de pesca consistente en que un buque va a desguace le transfiere su permiso de pesca a otro con una mayor capacidad de captura. Todos éstos mecanismos permiten el incremento del esfuerzo de pesca y de la captura anual de merluza por sobre los límites biológicamente aceptables. La resolución 14/2007 de la SPyA establece un nuevo ordenamiento en la pesca de la merluza y reconoce su estado critico y que "Que no obstante ello, es imprescindible mantener el criterio de contemplar las situaciones de crisis social que pudieran atravesar las provincias con litoral marítimo".

La resolución 65/07 de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación (SAGPyA) distribuyó los cupos de merluza para este año, con vigencia desde el 1 de enero de 2008 y por cinco años, es decir, hasta el 31 de diciembre de 2012. La autoridad de aplicación estableció un sistema de cupos vinculados a un porcentaje de la Captura Máxima Permisible (CMP) y no a una cantidad prefijada de toneladas, como se había hecho en años anteriores. Según el porcentaje que le corresponde a cada buque, y sobre la base de las diferentes CMPs que se vayan fijando para estos cinco años, se calculará la cantidad de toneladas que se le permitirá pescar a cada barco. La resolución establece una fuerte reducción en la cantidad de toneladas de merluza que se autoriza capturar, ya que se fija una CMP para este año de 270 mil toneladas contra las 340 mil asignadas para 2007. De este total corresponden 207 mil toneladas al stock sur y 63 mil toneladas al stock norte. También se refiere a paradas biológicas de la flota y otras medidas restrictivas del esfuerzo de pesca.

Recientes conflictos

Cuando aún no se acallaban los ecos de la justa protesta de los trabajadores de la pesca en Puerto Deseado (a 2.100 km al sur de la capital Buenos Aires), el lunes 16 de julio de 2007 se instaló en el principal puerto pesquero argentino, Mar del Plata, una rebelión obrera protagonizada por el sector más explotado de la pesca marplatense: los trabajadores de tierra (fileteros, peones y envasadoras, entre otros).

La lucha tuvo la consigna de un salario garantizado mensual de 980 pesos y 8 horas diarias de trabajo. El conflicto puso en evidencia todas las complicidades del sistema pesquero (empresarios y gobiernos, nacional, provincial y municipal), desde la entrega de los recursos pesqueros a las grandes empresas del sector hasta tolerar el trabajo no registrado, las condiciones de trabajo de semi-esclavitud, salarios miserables (no alcanzan el 15% de los costos totales de las empresas) y la evasión de impuestos.

Después de fatigosas negociaciones y amenazas de liberar los accesos por medio de las fuerzas policiales el miércoles 1 de agosto. Se llega al siguiente acuerdo: se establece el plazo a 100 días corridos para efectivizar el blanqueo de todos los trabajadores; se estableció un salario mínimo de $800; las negociaciones se darían en torno al convenio 161-171/75 (garantía horaria, jornadas laborales de 8 hs.) y no incluía una cláusula de paz social. La propuesta fue percibida por los trabajadores como un triunfo. Sin embargo, casi inmediatamente de firmado el acuerdo volvieron los conflictos frente a las plantas ante el incumplimiento de los empresarios de comenzar a registrar a los trabajadores. Y hoy, ante la reducción de la CMP de 2008 respecto de 2007, el gobierno nada dice acerca de qué pasará con los trabajadores ante la falta de materia prima.

Una lucha de todos

Esta situación hace que las perspectivas para 2008 no sean nada positivas para los trabajadores. Ya se anunció una captura máxima de 270 mil toneladas de merluza para este año, lo que implica una reducción de 20% respecto a 2007. Sin embargo, esta rebaja no alcanzaría para recomponer (dado el estado crítico en el que se encuentra) el principal recurso pesquero, es decir, la merluza. Es interesante mencionar que el 90% de las exportaciones del distrito de General Pueyrredón proviene de la pesca.

Por eso creemos que la solución tiene que incluir:

1) El conocimiento del estado real del recurso a través de hacer públicos los informes del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) que hoy se mantienen ocultos;
2) Abrir los libros de las empresas pesqueras para conocer las reales ganancias de estos pulpos, como los cinco grupos (Moscuzza, Valastro, Solimeno, Barillari y Di Leva) que hegemonizan el negocio de la pesca marplatense. Si bien estos grupos tienen su origen en Mar del Plata, hoy son grupos integrados, que incluyen alianzas con empresas europeas y controlan barcos fresqueros y congeladores. La mayoría cuenta con plantas en tierra. También exportan, y su principal destino es España. Hay 14 empresas de capitales ibéricos: Pescargen, Viera, Arbumasa, Pesca Austral, Pescapuerta, Ibermar, Pereira, Iberconsa, Pesquera Santa Cruz, Argenova, Congeladores Patagónicos, Empesur, Percargen Deseado y Conarpesa.
3) Sacar de servicio los barcos congeladores y elaborar todo el pescado en tierra.
4) En cuanto a los permisos irregulares de pesca tener en cuenta a la Comisión Revisora de Expedientes de Permisos de Pesca, que funcionó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires.
5) Exigir el cumplimiento del convenio 161/75, con la modificación de 6 horas de trabajo (reconocimiento de trabajo insalubre).
6) Manejo del recurso pesquero por todos los sectores de trabajadores involucrados: embarcados, fileteros, científicos y técnicos.
7) Garantizar la continuidad salarial para los trabajadores, con un salario superior a la canasta familiar, en caso de ser necesario el establecimiento de vedas a la pesca u otras paradas biológicas.
8) Crear una empresa estatal de pesca que concentre los desembarques y haga un seguimiento de la materia prima.
9) Las exportaciones deben quedar supeditadas al abastecimiento del mercado interno a precios controlados.
10) Mayores retenciones a las exportaciones. Hoy son apenas del 10% para la materia prima sin elaborar y 5% para la elaborada. Por último, la crisis deben pagarla los empresarios, que son quienes se quedaron con grandes ganancias mediante la superexplotación de los trabajadores la apropiación de los recursos pesqueros de todos los argentinos.

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