Todos a las calles para
levantar las banderas clasistas de Carlos Fuentealba
El próximo 4 de abril se cumplen 5 años del
fusilamiento de nuestro compañero Carlos Fuentealba mientras auxiliaba una y otra vez a compañeros y compañeras en
medio de la represión, ayudándolos a subirse a los autos. Se quedó entre los
últimos, expuesto. Lo hizo pese a que no había acordado con la moción de la
dirección de ATEN de hacer el corte en Arroyito. Por respeto a la democracia de
los trabajadores, porque lo había decidido la asamblea.
Carlos había mamado el clasismo cuando muy joven se
incorporó al socialismo revolucionario impactado por la experiencia clasista de
los obreros de la construcción de Neuquén, la del choconazo en los ‘70 y la
caminata de Piedra del Águila a la capital neuquina en los ‘80. No dudó en
sumarse a trabajar con el sindicato cuando la lista Naranja encabezada por
Alcides Christiansen ganó la
UOCRA. Estuvo a la cabeza de peleas bravas como resistir la
intervención enviada por el servicio Gerardo Martínez a través del también
servicio Leiva. Junto a los obreros de las Torres Rivas le puso el cuerpo.
También estuvo en la Casa
de Gobierno provincial nuevamente junto a Alcides con los desocupados en 1995.
Con esos principios entró a la docencia, en la que ya como simpatizante del
Nuevo MAS, volvió a poner sus ideas, su compañerismo y el cuerpo. La represión
asesina del gobierno de Sobisch coincidió con la del gobierno kirchnerista en
Santa Cruz donde el ministro Varizat pasó por arriba con su camioneta de varias
compañeras que lo escrachaban.
A 5 años del asesinato de Fuentealba está preso Poblete,
el autor material del disparo, pero Sobisch no sólo sigue libre sino que fue
precandidato a gobernador de Neuquén en las pasadas elecciones en las que
perdió la interna del Movimiento Popular Neuquino con Sapag.
La política llevada adelante por Aten y la Cocapre , impulsada por Sandra
Rodríguez, compañera de Carlos, llevó la lucha por justicia a un callejón sin
salida al ir detrás de los organismos de derechos humanos kirchneristas y la CTERA. La política
“progre” K, a lo sumo, alcanza a algún que otro milico, pero garantizando que
las represiones “democráticas” queden impunes. Ni De la Rúa , ni Duhalde están presos
por los asesinatos del 20 de diciembre y los del Puente Pueyrredón. El mismo manto
Kde impunidad cubre a Sobisch. Para los gobiernos progres democráticos, es un
mal antecedente meter preso a un funcionario, ya que Ley Antiterrorista
mediante, no saben cuándo se les puede ir la mano a ellos también a la hora de
la represión de la protesta.
El otro problema de la política llevada adelante fue
separar la lucha democrática de la lucha por los reclamos gremiales docentes.
En pleno 2007 ATEN levantó la huelga por un acuerdo salarial cuando el objetivo
debía ser profundizar la lucha para que cayera Sobisch, que estaba contra las
cuerdas. Este año, sin ir más lejos, ATEN empezó las clases normalmente, con un
vergonzoso acuerdo a fines de diciembre pasado, decidido entre las cuatro
paredes burocráticas del plenario de secretarios generales. A 5 años del
asesinato de Carlos, era una buena ocasión ligar la lucha contra el techo
salarial K con la de cárcel a Sobisch. Pero la dirección provincial de ATEN no
está dispuesta a luchar por ninguna de las dos causas.
En la reunión docente opositora nacional realizada en Neuquén
se decidió impulsar paro y jornadas de lucha en todo el país. Desde la Agrupación Carlos
Fuentealba, junto a otras agrupaciones de izquierda, impulsamos para el próximo
4 un acto clasista unitario contra el
gobierno y la burocracia docente de la Ctera.
Este 4 de abril todos a las calles en todo el país. Nos juntamos a partir de las 15hs en Mitre y San Martín
► ¡Compañero Carlos Fuentealba, presente!
► Cárcel a los responsables políticos y materiales de su
asesinato
► No al techo salarial del gobierno de Cristina K y los
gobiernos provinciales
► No al ajuste sobre los trabajadores
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