Intervención de Martín González Bayón en
representación de la Juventud del Nuevo MAS en la Audiencia Pública
desarrollada en el Congreso por el voto a partir de los 16 años:
Buenas tardes, estoy aquí en representación del Movimiento al Socialismo. Somos una organización política que se caracteriza por su alto componente juvenil. Nuestros militantes son jóvenes activistas en las fábricas y lugares de trabajo, en los barrios, en las escuelas y en las universidades. Como organización militante y socialista, estamos aquí en este salón para defender incondicionalmente el derecho de los jóvenes a ejercer plenamente sus derechos políticos, por parte de los trabajadores, los estudiantes, así como de otras decenas de miles de jóvenes a los cuales este régimen político y social los deja excluidos y marginados de toda posibilidad de realización personal. La juventud en nuestro país ha sido históricamente protagonista de las luchas sociales y políticas de nuestro pueblo, son cientos los compañeros menores de 18 años que fueron asesinados, secuestrados, torturados y desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar, entre estos se cuentan los compañeros secuestrados en la criminal “Noche de los Lápices”, que la juventud y en particular los estudiantes secundarios conmemoran cada 16 de septiembre, y honran cada día con su lucha en defensa de la educación pública.
Buenas tardes, estoy aquí en representación del Movimiento al Socialismo. Somos una organización política que se caracteriza por su alto componente juvenil. Nuestros militantes son jóvenes activistas en las fábricas y lugares de trabajo, en los barrios, en las escuelas y en las universidades. Como organización militante y socialista, estamos aquí en este salón para defender incondicionalmente el derecho de los jóvenes a ejercer plenamente sus derechos políticos, por parte de los trabajadores, los estudiantes, así como de otras decenas de miles de jóvenes a los cuales este régimen político y social los deja excluidos y marginados de toda posibilidad de realización personal. La juventud en nuestro país ha sido históricamente protagonista de las luchas sociales y políticas de nuestro pueblo, son cientos los compañeros menores de 18 años que fueron asesinados, secuestrados, torturados y desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar, entre estos se cuentan los compañeros secuestrados en la criminal “Noche de los Lápices”, que la juventud y en particular los estudiantes secundarios conmemoran cada 16 de septiembre, y honran cada día con su lucha en defensa de la educación pública.
Desde nuestra organización entendemos que el
reconocimiento al voto para los jóvenes de 16 y 17 años es un derecho
que ellos ya se ganaron con sus luchas. El cuestionamiento que ha
aparecido en boca de tantos políticos no es ingenuo. Manifiesta el deseo
de parte de los sectores dominantes de nuestro país que temen que la
plena participación de la juventud multiplique los reclamos de ese
sector de la sociedad en pos de una sociedad más justa y más digna de
ser vivida, lo que contribuye, potencialmente, a socavar las bases de
sus privilegios.
Por eso antes de avanzar sobre otros temas
quería hacer referencia a algunos de los argumentos en contra de este
derecho. Muchos realmente, sorprenden por su cinismo. Se ha escuchado en
boca de obispos, diputados, senadores que los jóvenes son inmaduros,
influenciables, manipulables. Realmente sorprende, no está de más
recordar que este Congreso de la Nación ha sido el escenario de
incontables escándalos durante los últimos 15 años.
Hemos tenido que presenciar la sanción de leyes por intermedio de diputados truchos, candidatos testimoniales, legisladores tránsfugas que pasan del oficialismo a la oposición y viceversa. No transcurre una sola votación en este parlamento que no este precedida por acusaciones cruzadas referente a supuestas compra de voluntades de algún legislador. Sin ir más lejos, actualmente estamos presenciando el juicio sobre la “CAUSA BANELCO” que debería aclarar la compra de voluntades, el soborno de senadores de la Nación para garantizar la sanción de la reforma laboral, que legisló la flexibilización laboral en nuestro país, verdadero pilar del neoliberalismo, pilar que hoy continua incólume defendido tanto por el oficialismo como por la oposición patronal.
Hemos tenido que presenciar la sanción de leyes por intermedio de diputados truchos, candidatos testimoniales, legisladores tránsfugas que pasan del oficialismo a la oposición y viceversa. No transcurre una sola votación en este parlamento que no este precedida por acusaciones cruzadas referente a supuestas compra de voluntades de algún legislador. Sin ir más lejos, actualmente estamos presenciando el juicio sobre la “CAUSA BANELCO” que debería aclarar la compra de voluntades, el soborno de senadores de la Nación para garantizar la sanción de la reforma laboral, que legisló la flexibilización laboral en nuestro país, verdadero pilar del neoliberalismo, pilar que hoy continua incólume defendido tanto por el oficialismo como por la oposición patronal.
Por eso, cuando
desde este parlamento se escucha hablar de falta de madurez sorprende
el descaro. Nosotros no somos demagogos, sabemos que los jóvenes, como
cualquier otro sector, pueden ser manipulados. Pero estamos convencidos
que por medio del ejercicio de sus derechos, esta juventud sabrá
distinguir entre lobos y corderos más allá de la piel que vistan. Como
también estamos seguros, que esta juventud no viene con todos esos
vicios que caracterizan al actual régimen político. De hecho, si se
aplicara realmente el criterio de limitar los derechos políticos a las
personas manipulables o influenciables, muchos diputados y senadores
verían peligrar sus propios derechos.
Algunos se oponen a reconocer estos derechos sosteniendo que el espíritu que motiva a los legisladores oficialistas es espurio. Y desde ya que tienen razón. La defensa que sostenemos desde el Movimiento al Socialismo al reconocimiento del derecho a los jóvenes no es ingenua, aquí nadie es ingenuo. Somos concientes que este gobierno nacional está motivado por un criterio oportunista que considera que en la actual coyuntura puede obtener algún rédito electoral en esa franja de la población. Pero en todo caso eso es una pequeñez coyuntural, y no es lo que motiva nuestra posición que es principista y estratégica. Nuestro interés va más allá que las elecciones de 2013. De ninguna manera esta situación coyuntural puede actuar en menoscabo del reconocimiento de los derechos políticos de toda una franja de la población, quienes por medio de su ejercicio pleno van a encontrar las herramientas para desarrollar aun más su politización.
Algunos se oponen a reconocer estos derechos sosteniendo que el espíritu que motiva a los legisladores oficialistas es espurio. Y desde ya que tienen razón. La defensa que sostenemos desde el Movimiento al Socialismo al reconocimiento del derecho a los jóvenes no es ingenua, aquí nadie es ingenuo. Somos concientes que este gobierno nacional está motivado por un criterio oportunista que considera que en la actual coyuntura puede obtener algún rédito electoral en esa franja de la población. Pero en todo caso eso es una pequeñez coyuntural, y no es lo que motiva nuestra posición que es principista y estratégica. Nuestro interés va más allá que las elecciones de 2013. De ninguna manera esta situación coyuntural puede actuar en menoscabo del reconocimiento de los derechos políticos de toda una franja de la población, quienes por medio de su ejercicio pleno van a encontrar las herramientas para desarrollar aun más su politización.
Llamamos a la juventud a aferrarse a este
reconocimiento formal como sujetos políticos, para desarrollarlo y
ampliarlos a todas las esferas de la vida política y social. Porque el
principal derecho político, como es reconocido desde la Revolución
Francesa, es el derecho a la protesta. Y agregamos, el derecho a la
organización propia, independiente y libre de todo tutelaje, para luchar
por la conquista de sus demandas sociales y políticas.
Desde el Movimiento al Socialismo sostenemos que este es un derecho de los jóvenes y no un beneficio del partido gobernante como es actualmente el caso de La Cámpora. Exigimos que se les reconozca el pleno derecho a los jóvenes a hacer política en las escuelas y en los lugares de trabajo, el derecho a organizarse, a reunirse, a publicar materiales, a hacer asambleas… Los jóvenes trabajadores y estudiantes ya ejercen derechos políticos sin pedirle permiso a nadie, ejercen esos derechos cuando cortan calles y toman escuelas en defensa de la educación pública. Pero al ejercer estos derechos se enfrentan sistemáticamente contra todo un sistema de tutelaje y regimentación política que los amenaza con sanciones, y hasta se ha llegado en los últimos meses al escándalo de la agresión física por parte de las autoridades como ocurrió en el Colegio Nacional Buenos Aires. En los últimos días hemos escuchado al Sr. Gustavo Zorzoli, Rector de dicho Colegio manifestarse como ferviente opositor a los derechos políticos de la juventud. Esto no debería de extrañar, fue de dominio público que en los últimos meses él mismo ha sancionado a 9 estudiantes de esa institución, dejándolos al límite de la expulsión, por haber ejercido su legítimo derecho a protestar en defensa de la educación, mandatados por sus compañeros en una asamblea democrática.
Desde el Movimiento al Socialismo sostenemos que este es un derecho de los jóvenes y no un beneficio del partido gobernante como es actualmente el caso de La Cámpora. Exigimos que se les reconozca el pleno derecho a los jóvenes a hacer política en las escuelas y en los lugares de trabajo, el derecho a organizarse, a reunirse, a publicar materiales, a hacer asambleas… Los jóvenes trabajadores y estudiantes ya ejercen derechos políticos sin pedirle permiso a nadie, ejercen esos derechos cuando cortan calles y toman escuelas en defensa de la educación pública. Pero al ejercer estos derechos se enfrentan sistemáticamente contra todo un sistema de tutelaje y regimentación política que los amenaza con sanciones, y hasta se ha llegado en los últimos meses al escándalo de la agresión física por parte de las autoridades como ocurrió en el Colegio Nacional Buenos Aires. En los últimos días hemos escuchado al Sr. Gustavo Zorzoli, Rector de dicho Colegio manifestarse como ferviente opositor a los derechos políticos de la juventud. Esto no debería de extrañar, fue de dominio público que en los últimos meses él mismo ha sancionado a 9 estudiantes de esa institución, dejándolos al límite de la expulsión, por haber ejercido su legítimo derecho a protestar en defensa de la educación, mandatados por sus compañeros en una asamblea democrática.
Por esto insistimos: ustedes reconózcanle su
condición de sujetos políticos a los jóvenes y, ellos ya aprenderán a
utilizarlos en su propio beneficio. Para concluir, y no llamarnos a
engaños, queremos ser claros. Cualquier reconocimiento de derechos
formales queda irremediablemente cuestionado, en la medida que no están
dadas las condiciones materiales de vida para su libre ejercicio.
En las condiciones actuales en las que vive la mayoría de los habitantes de nuestro país. Con un Estado que no garantiza una verdadera educación pública de calidad. En situación de miseria salarial donde la mayoría de los jóvenes trabajadores no ganan el salario mínimo legal, con regímenes de trabajo superexplotado e hiperflexibilizado con jornadas laborales de 10, 12, 14 horas. Régimen de explotación capitalista, que garantiza a las patronales llevársela con pala, como le gusta festejar a La Presidenta de la Nación, mientras condena a la extenuación física y mental a los trabajadores. Con una escandalosa opresión sobre las mujeres, que se ven amenazadas por las redes de trata, por la violencia de genero que constituye un verdadero femicidio, con un gobierno que en complicidad con la Iglesia católica priva a las mujeres del elemental derecho a decidir sobre su propio cuerpo, oponiéndose al derecho al aborto legal seguro y gratuito haciéndose cómplice, de esta manera, de las muertes por abortos clandestino. Con una realidad en los barrios donde la fuerzas de represión del Estado acosan y aterran sistemáticamente a los pibes, al punto tal que muchos jóvenes tienen miedo que producto de esta reforma se les dé carta blanca a la policía, o al sistema penal para ampliar impunemente su represión… y su temor está fundado es su realidad cotidiana y en los miles de casos de gatillo fácil que son la norma del impune accionar policial en los barrios populares.
En las condiciones actuales en las que vive la mayoría de los habitantes de nuestro país. Con un Estado que no garantiza una verdadera educación pública de calidad. En situación de miseria salarial donde la mayoría de los jóvenes trabajadores no ganan el salario mínimo legal, con regímenes de trabajo superexplotado e hiperflexibilizado con jornadas laborales de 10, 12, 14 horas. Régimen de explotación capitalista, que garantiza a las patronales llevársela con pala, como le gusta festejar a La Presidenta de la Nación, mientras condena a la extenuación física y mental a los trabajadores. Con una escandalosa opresión sobre las mujeres, que se ven amenazadas por las redes de trata, por la violencia de genero que constituye un verdadero femicidio, con un gobierno que en complicidad con la Iglesia católica priva a las mujeres del elemental derecho a decidir sobre su propio cuerpo, oponiéndose al derecho al aborto legal seguro y gratuito haciéndose cómplice, de esta manera, de las muertes por abortos clandestino. Con una realidad en los barrios donde la fuerzas de represión del Estado acosan y aterran sistemáticamente a los pibes, al punto tal que muchos jóvenes tienen miedo que producto de esta reforma se les dé carta blanca a la policía, o al sistema penal para ampliar impunemente su represión… y su temor está fundado es su realidad cotidiana y en los miles de casos de gatillo fácil que son la norma del impune accionar policial en los barrios populares.
Por eso quedemos ser claros, en esas
condiciones materiales no hoy legislación alguna que pueda sortear este
vicio de origen, que es el estigma en la frente que caracteriza este
sistema social capitalista que este parlamento defiende de forma
unánime.
Desde el Movimiento al Socialismo defendemos el reconocimiento del derecho que debería asistir a toda la juventud a votar. Confiamos plenamente en que este reconocimiento tardío como sujetos políticos, más allá de las intensiones del legislador, va a contribuir en el proceso de politización de la juventud que se inicio con las jornadas históricas de la rebelión popular de diciembre de 2001 que tuvo a 35 jóvenes mártires asesinados por las balas del aparato represivo del Estado… Que tuvo en 2010 la participación de miles de estudiantes durante las tomas de escuelas y facultades que dieron pie al estudiantazo… Que tuvo, en ese marco el canallesco crimen de Mariano Ferreyra, joven estudiante, militante socialista que cayó baleado por la burocracia sindical con complicidad de las fuerzas policiales que liberaron la zona.
Confiamos en esta juventud que sale a luchar, que se educa y politiza en la defensa de sus derechos. Confiamos en esta juventud trabajadora para poner este país sobre sus pies y construir de una vez por todas una mundo sin privilegios sociales, sin explotados ni oprimidos. Confiamos en esta juventud para construir el socialismo, único camino para garantizar una sociedad realmente justa y democrática.
Desde el Movimiento al Socialismo defendemos el reconocimiento del derecho que debería asistir a toda la juventud a votar. Confiamos plenamente en que este reconocimiento tardío como sujetos políticos, más allá de las intensiones del legislador, va a contribuir en el proceso de politización de la juventud que se inicio con las jornadas históricas de la rebelión popular de diciembre de 2001 que tuvo a 35 jóvenes mártires asesinados por las balas del aparato represivo del Estado… Que tuvo en 2010 la participación de miles de estudiantes durante las tomas de escuelas y facultades que dieron pie al estudiantazo… Que tuvo, en ese marco el canallesco crimen de Mariano Ferreyra, joven estudiante, militante socialista que cayó baleado por la burocracia sindical con complicidad de las fuerzas policiales que liberaron la zona.
Confiamos en esta juventud que sale a luchar, que se educa y politiza en la defensa de sus derechos. Confiamos en esta juventud trabajadora para poner este país sobre sus pies y construir de una vez por todas una mundo sin privilegios sociales, sin explotados ni oprimidos. Confiamos en esta juventud para construir el socialismo, único camino para garantizar una sociedad realmente justa y democrática.
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