Dura lucha de los estibadores del puerto de Mar del Plata
En los últimos
días los trabajadores estibadores del puerto de la ciudad de Mar del Plata han
protagonizado una dura lucha en demanda de un derecho elemental: la jubilación.
Derecho que en la década del 90 de la mano de las privatizaciones y
flexibilizaciones menemistas perdieron al calor de la política patronal de
armar las llamadas “cooperativas” que no son mas que la estrategia de las
patronales negreras del puerto para explotar a los trabajadores sin darle ningún derecho laboral. Situación que
muestra que en materia de derecho laborales las políticas del kirchnerismo son
una continuación del menemismo puesto que nada, absolutamente nada ha cambiado
en este sentido.
La lucha de los
estibadores se inicia ante la muerte de un compañero en la pobreza sin haber
podido acogerse a la jubilación que le correspondía, situación que se repitió
en otros 31 casos en los últimos años. Y no se pudieron acoger a la jubilación
dado que producto de la cooperativización forzada de los 90, estaban en negro y
sin aportes de ningún tipo. Son 220 los trabajadores en esta situación de haber
trabajado más de 25 años en durísimas condiciones laborales y tener más de 60
años. Este reclamo no es nuevo, lo vienen planteando desde el 2009 cuando el
gobierno K por boca de Tomada les prometió e inclusive firmó un acuerdo por el
cual a todos estos trabajadores se les iba a reconocer una jubilación acorde a
los sueldos que actualmente tienen. Pero desde entonces y demostrando la nula
voluntad política del gobierno kirchnerista de reconocerles la jubilación a
estos trabajadores (dado que reconocer que los estibadores pueden cobrar una
jubilación sin haber hecho aportes producto de la cooperativización provocaría
que muchos otros sectores de trabajadores portuarios salieran a reclamar por lo
mismo), todos y cada uno de los expedientes están frenados en el ANSES. Desde
ese entonces y por entera responsabilidad del gobierno K murieron 31
trabajadores en la pobreza sin poder acceder a su jubilación.
Y como gota que
rebalsó el vaso, la muerte del último de los estibadores recientemente en esta
situación provocó el estallido. Y los trabajadores autoorganizados decidieron
pasar a la acción movilizándose a la delegación local del Ministerio de Trabajo
de la Nación
para reclamar la jubilación, llegando a encadenarse varios trabajadores en
dicho lugar. Viendo que la respuesta del ministerio por boca y acción del
delegado fue tratar de quebrar su reclamo decidieron tomar los accesos a las terminales
del puerto y decretar un paro, pasando por encima inclusive de la burocracia de
su gremio el SUPA, que no pudo controlar esto y tuvo que subordinarse. La
respuesta del Ministerio de Trabajo no se hizo esperar decretando la
conciliación obligatoria, conciliación que los trabajadores en asamblea no
acataron, demostrando una voluntad de lucha muy grande. Es de destacar que los
trabajadores mas dispuestos a llevar
adelante la lucha eran los mas jóvenes, los que están trabajando y por cada día
de paro pierden plata, pero que están cansados de ver como constantemente sus
compañeros mas grandes van muriendo en la miseria sin una jubilación.
La lucha de los
estibadores se prolongó más de 10 días, en cuyo lapso demostraron mucha
fortaleza sostenidos con el método de decidir todo en asamblea, no permitiendo
que ningún burócrata les decida desde arriba los pasos a seguir. Fortaleza
además porque sostuvieron el paro y la toma pese a las amenazas de represión,
pese a las presiones cotidianas del gremio y pese a las amenazas de Tomada de
que “si no se bajaba la toma y el paro él no iba a negociar”. Pero tuvo que
bajar y negociar con la toma en pie, dada la fuerza de la lucha de los
trabajadores y dada la presión que le estaban ejerciendo las patronales explotadoras
y negreras que con la toma de los accesos al puerto no podían sacar las
toneladas de pescado que tenían en los barcos y que se pudrían.
Recién luego de
más de 10 días, ante la promesa de Tomada de que se iba a regularizar a los
compañeros estibadores en situación de jubilarse (cobrando tres veces la
jubilación mínima como parámetro) y ante las maniobras de la burocracia
sindical del SUPA se levantó el paro y la toma de las terminales portuarias. Pero
no les fue fácil al gobierno y a la burocracia desarmar la lucha, se
enfrentaron a muchos estibadores que en la última asamblea estaban dispuestos a
sostener la medida hasta tanto no se efectivizaran concretamente y en los
hechos todas y cada una de las jubilaciones de los 220 trabajadores. Cansados
de las promesas repetidas de los funcionarios K (recordemos que en el 2009 el
mismo Ministerio de Trabajo de la
Nación supuestamente les había reconocido las jubilaciones) y
desconfiando del plazo de 90 días que se firmó, dieron la pelea por sostener la
toma. Pero al presión del gremio y el ministerio pudo mas, por ahora.
Desde el Nuevo
MAS estuvimos desde el primer día acompañando a los compañeros estibadores,
solidarizándonos con su lucha, debatiendo con ellos y vendiéndoles nuestro
periódico como para que vean que hay otras salidas más allá de la burocracia
sindical y los partidos patronales. Grata fue nuestra sorpresa ante la gran
recepción que tuvimos (vendimos más de 20 periódicos) y como los trabajadores
nos escuchaban y dialogaban con nosotros, encontrando entre ellos a algunos
viejos militantes del viejo MAS. La tarea ahora es profundizar esa relación con
esos compañeros sabiendo que habrá por delante muy duras luchas dado que no se
puede confiar ni un poquito en que el gobierno K o la burocracia sindical vayan
a solucionar las demandas de los trabajadores.
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